November 2, 2025
En el mantenimiento automotriz, el refrigerante del motor juega un papel vital comparable a la sangre en el cuerpo humano. Este fluido esencial regula la temperatura del motor para asegurar un rendimiento óptimo. Sin embargo, muchos propietarios de automóviles albergan conceptos erróneos peligrosos sobre el refrigerante, creyendo que cualquier tipo se puede mezclar sin consecuencias. Este descuido aparentemente menor puede llevar a daños catastróficos en el motor.
Como el corazón de un vehículo, los motores generan una tremenda cantidad de calor durante el funcionamiento. Las temperaturas excesivas aceleran el desgaste de los componentes, reducen el rendimiento y pueden causar fallas graves como explosiones en los cilindros. El sistema de refrigeración, con el refrigerante como su componente crítico, mantiene las temperaturas óptimas de funcionamiento.
El refrigerante, también llamado anticongelante, cumple múltiples funciones:
El refrigerante estándar consiste en una mezcla de agua y etilenglicol (o propilenglicol) en proporción 50:50, con aditivos adicionales para la prevención del óxido, la supresión de la espuma y otras funciones protectoras.
El mercado ofrece varias tecnologías de refrigerante, cada una con características distintas:
Esta fórmula tradicional utiliza sales inorgánicas como silicatos y fosfatos. Si bien es rentable, ofrece una vida útil más corta y una protección contra la corrosión inferior, lo que lo hace adecuado principalmente para vehículos más antiguos.
Con ácidos orgánicos como el ácido carboxílico, los refrigerantes OAT proporcionan una vida útil prolongada y una mayor resistencia a la corrosión. Sin embargo, pueden degradar ciertos componentes de goma y plástico, lo que requiere una cuidadosa verificación de la compatibilidad.
Combinando las tecnologías IAT y OAT, los refrigerantes HOAT equilibran la longevidad y la protección. Este tipo versátil sirve a la mayoría de los vehículos modernos.
Común en vehículos asiáticos, particularmente modelos japoneses y coreanos, esta variante incluye aditivos de fosfato para una protección superior del aluminio. Es incompatible con muchos vehículos europeos debido a posibles reacciones con agua dura.
Diseñado para vehículos europeos, esta formulación elimina los fosfatos para prevenir los depósitos minerales, manteniendo al mismo tiempo los beneficios de HOAT.
Mejorado con silicatos para una rápida formación de película protectora, este tipo se adapta a aplicaciones que exigen una resistencia adicional a la corrosión. El control cuidadoso del contenido de silicato previene la sedimentación.
Históricamente, los colores del refrigerante indicaban el tipo:
Los fabricantes modernos seleccionan libremente los colores, lo que hace que este sistema no sea fiable. Diferentes marcas pueden usar colores idénticos para formulaciones distintas. Consulte siempre el manual de su vehículo o a un profesional para una identificación precisa del refrigerante.
La combinación de refrigerantes incompatibles desencadena reacciones químicas con graves consecuencias:
Ciertas mezclas crean partículas insolubles que obstruyen los conductos de refrigeración, lo que dificulta la transferencia de calor y provoca el sobrecalentamiento. Los signos visibles incluyen refrigerante turbio con partículas flotantes.
Las combinaciones reactivas generan sustancias corrosivas que atacan los componentes metálicos, lo que provoca fugas. La evidencia incluye manchas de óxido y superficies picadas.
Algunas mezclas elevan el punto de congelación, lo que arriesga daños al motor en climas fríos. Los síntomas incluyen arranques en frío difíciles y refrigerante congelado.
El resultado más catastrófico ocurre cuando los refrigerantes OAT e IAT se combinan, formando un gel que bloquea completamente el sistema de refrigeración, lo que a menudo resulta en una falla del motor.
Las fallas del sistema de refrigeración desencadenan reacciones en cadena devastadoras:
Si ocurre la mezcla de refrigerantes:
Proteja su motor con estas prácticas:
Al seleccionar el refrigerante:
El refrigerante del motor representa un pequeño componente con una enorme responsabilidad. La selección y el mantenimiento adecuados evitan costosas reparaciones, al tiempo que garantizan la longevidad y la fiabilidad de su vehículo.